La etapa Marmolejo-Virgen de la Cabeza sufre un cambio en su trazado, con un nuevo tramo más atractivo

La primera etapa jiennense del GR-48, que une a Marmolejo con el Santuario de la Virgen de la Cabeza, ha sufrido modificaciones en el inicio de su trazado, ganando en atractivo al eliminar 6.5 kilómetros de asfalto que discurrían por la carretera JV-5001, desde la antigua central hidroeléctrica de Valhondillo, hasta un poco más allá del Mirador de las Majadillas. La intención de este nuevo trazado es la de mejorar la comodidad, el interés, y la seguridad de este tramo de sendero, haciéndolo en definitiva más atractivo para los potenciales usuarios del GR-48.

Así pues, desde la mencionada central de Valhondillo abandonamos el actual itinerario, dejándolo a nuestra izquierda, para recorrer durante poco menos de un kilómetro y medio una carretera que discurre pegada a la margen derecha del Guadalquivir, siendo este tramo parte del Sendero Ornitológico ya señalizado. Esta coincidencia da, sin duda alguna, valor añadido al sendero, y nos ofrece la fauna y flora ribereña que nos perderíamos de otra manera.

Al llegar a la altura de un puente de hormigón, que cruza la desembocadura del Arroyo Comisario en un remanso del Guadalquivir, continuamos por la carretera en la que nos encontramos, tomando la opción izquierda del desvío en dirección norte, buscando recorrer el valle por el que desciende el arroyo y
sin llegar a cruzar el puente.

En esta carretera, que ya se ha convertido en pista forestal, perfectamente transitable a pie o en bicicleta, nos mantendremos durante otro trayecto amplio, atravesando una puerta metálica que se encuentra cerrada al ganado, pero que podremos abrir sin dificultad, y siempre buscando las opciones más
evidentes en los desvíos que nos encontraremos (una media docena de ellos que ofrezcan cierta duda).

Muy poco a poco iremos ascendiendo a la vez que la pista nos adentra en el valle, y podremos disfrutar con el cambio de paisaje que se nos regala, transitando entre olivar en un primer momento y monte mediterráneo más tarde, intercalando zonas adehesadas y de monte bajo (jaras, lentiscos, romero, lavandas, entro otros) y encinar. Encontraremos un pilón que hace las veces de abrevadero para el ganado ovino, y alguna muestra más del rastro que dejan los diferentes usos sostenibles que tradicionalmente se han dado en estas tierras (puestos de caza, colmenas, casas de pastores y señales que delimitan el campo de tiro municipal). Igualmente, será posible encontrarnos con la abundante fauna que habita en la zona (conejo, perdiz, galápagos, y un número significativo de aves de todo tamaño, así como con algún ejemplar de animales de mayor envergadura como jabalí o ciervo).

El último tramo de esta pista, de alrededor de dos kilómetros, se desarrolla por el conocido como Barranco del Agua, abundante en vegetación y con la compañía de un arroyo estacional, que hace más agradable el camino, y nos posibilita encontrar una mayor exuberancia natural, y una tregua de umbría que vendrá bien antes de acometer el último desnivel.

Este se nos ofrece a la izquierda de la pista que abandonaremos, ascendiendo por una loma en dirección norte, provista de una zona de aclarado entre las abundantes jaras. Este tramo es el que supone un mayor desnivel de todo el recorrido, pero afortunadamente es corto (alrededor de doscientos metros) y
no entraña ningún tipo de dificultad o exigencia técnica, si bien es muy posible que tanto ciclistas como caballistas deban realizar este tramo pie a tierra. Una vez acabado este repecho, y aún a media loma, podremos descasar para recuperar fuerzas, en un pequeño claro flanqueado por encinas, donde podremos disfrutar de las extraordinarias vistas que se contemplan desde este punto.

Desde aquí, y en unos doscientos metros más de subida, ya no tan pronunciada, alcanzaremos el actual recorrido del GR-48 en la carretera.