El medio natural del GR-48 en Sevilla

El tramo sevillano del sendero GR-48, toma el relevo de la Huelva serrana y su Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, para acabar ofreciéndoselo a la contigua serranía cordobesa, con sus parques naturales de la Sierra de Hornachuelos y la Sierra de Cardeña y Montoro.

De forma sinuosa buscando valles, cerros y ríos este recorrido repasa la geografía del área central de Sierra Morena. El trazado se enmarca, en casi toda su extensión por esta provincia, en el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla y a su vez en la Reserva de la Biosfera de las Dehesas de Sierra Morena.

La diversidad de sus recursos naturales impregna al caminante de una gran riqueza, la misma que puede apreciarse en las acogedoras callejuelas de los pueblos de la serranía, hechos de sabiduría curtida por el paso de las diferentes culturas.

Este magnífico tramo del sendero GR-48, permite entender la estrecha comunicación entre la naturaleza y el hombre. Un espacio que se nos presenta como el máximo exponente del adjetivo “sostenible”, gracias a nuestros antecesores y al esfuerzo de la gestión presente.

Pueden generarse situaciones extremas como nevadas y grandes sequías. El clima que encontramos en esta área es de tipo mediterráneo con una fuerte y marcada estacionalidad. Los inviernos son suaves y los veranos muy secos, siendo el primero donde se recogen la mayor cantidad de lluvias. Se establece una referencia de 60-70 días de lluvia al año. Las temperaturas máximas en verano pueden llegar a los 40 º C. Y la media de las temperaturas mínimas en invierno es de 5 º C.

Multitud de cauces cortan el sendero. De mayor o menor envergadura, los barrancos se suceden salvando grandes desniveles en algunos casos. Debido a su mayoritaria orientación N-S, desde la parte occidental a la oriental se encuentran los siguientes ríos: Rivera de Cala, Arroyo de Gargantafría, Arroyo del Tamujar, Río Viar, Rivera del Huesnar, Arroyo de Guadalbacar y El Retortillo entre otros.

También son de importancia por la zona los embalses del Pintado, de Melonares, del Huesna , José Torán y del Retortillo, orilla de este último por el que discurre el sendero.

Además de parque natural el espacio por donde discurre el sendero está declarado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Debido a la riqueza ecológica, en cuanto a especies y hábitats naturales de interés comunitario, también posee la catalogación como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), y, por tanto, es considerado Zona de Especial Conservación (ZEC), formando parte de la red Natura 2000, red que se configura a nivel de toda la Unión Europea.

En todo el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla se han identificado 17 hábitats naturales de interés para su conservación a nivel europeo, de los cuales 2 están considerados de interés prioritario, que son las zonas subestépicas de gramíneas y anuales del Thero-Brachypodietea y los bosques aluviales de alisos y fresnos.

Geología

Entre una geomorfología de sierras y valles, discurre este sendero que en ocasiones roza la depresión del Guadalquivir en más amplio límite. Pertenece la mayoría de la zona de Ossa-Morena del Macizo Hespérico de Sierra Morena.

El origen de esta orografía se encuentra en la orogenia hercínica, responsable de la predominante orientación de sus valles NO-SE. Posteriormente los materiales fueron erosionados con el paso del tiempo y la importante acción de la orogenia alpina, que fracturó el territorio generando numerosas estructuras. Al descender el nivel de los ríos, se generó un rejuvenecimiento del paisaje, mostrándolo parecido al actual.

La geología de toda esta zona es muy compleja. De manera general pueden distinguirse dos unidades separadas por la falla de El Pedroso. La primera posee una altitud media de 600 metros sobre el nivel del mar, generando un “escalón” sobre la segunda que queda a una altitud de 300-400 metros.

Los materiales mayoritarios que se encuentran son de carácter sedimentarios con distintos niveles de metamorfización. Aparecen rocas ácidas como pizarras, grauvacas y esquistos, así como carbonatadas con fenómenos de karstificación. De forma discontinua aparecen rocas volcánicas, como en la cuenca del Víar, Almadén de la Plata, Cazalla…También pueden encontrarse rocas ígneas en la zona de El Real de la Jara y Puebla de los Infantes.

Esta gran diversidad de materiales se ve enriquecida por la acción del clima, que continúa moldeando el relieve configurando suaves valles y alomadas sierras.

Botánica

El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla se encuadra en el Reino Holártico, Región Mediterránea, Provincia Luso-Extremadurense y, dentro de ésta, en el Sector Marianico-Monchiquense.

Están presentes los pisos termomediterráneo y mesomediterráneo, en los cuales se encuentran alcornocales, acebuchales-encinares, encinar y fruticedas de mirto, encinares con pirúetanos y con paeonias, lentiscos y pastos.

La vegetación actual se caracteriza por un predominio de las formaciones de quercíneas, siendo la especie más abundante la encina seguida del alcornoque, y quejigo y rebollo.

En cuanto al tipo de ocupación del suelo, son las formaciones adehesadas las más extendidas, representadas principalmente por arbolado disperso de encina y/o alcornoque y algunas repoblaciones poco densas de pino piñonero o negral. También existe el matorral con arbolado de frondosas, cultivos agrícolas (olivares, eucaliptales y frutales), matorral serial sin arbolado, pastizales, formaciones boscosas de frondosas compuestas por formaciones puras o mixtas de encina, alcornoque y quejigo principalmente y cultivos forestales. El resto lo ocupan vegetación riparia, embalses, formaciones boscosas de coníferas, otros matorrales, suelo urbano y urbanizable, cortafuegos y zonas de usos generales.

Los bosques de galería son de gran importancia en este espacio, debido a los abundantes cursos fluviales que discurren por él y a la riqueza ecológica que representan. Destacan el Rivera del Huesna por su buen estado de conservación. Las formaciones arbóreas que dominan en estos bosques riparios son las alisedas, olmedas, fresnedas, alamedas y choperas.

Existen en la zona 11 especies de flora incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazada. Algunas de ellas fácilmente apreciables en el recorrido como el arce o el almez. Otras especies de interés, que no están consideradas amenazadas son el algarrobo, la jara de hoja de laurel, el enebro, el endrino o el saúco.

Fauna

El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, junto con el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva, y el Parque Natural Sierra de Hornachuelos, en Córdoba, representan un espacio con interesantes valores faunísticos en Sierra Morena Occidental, garantizando la conexión de la fauna en toda la zona al actuar como corredor ecológico.

Los estudios realizados reflejan un total de aproximadamente 200 especies de fauna vertebrada, de las cuales las aves se manifiestan como el grupo más numeroso, en torno a 125 especies; 36 de mamíferos, 20 de reptiles, 11 de anfibios y 8 de peces (según PORN). Además cuenta con numerosos representantes de fauna invertebrada.

Entre los invertebrados más importantes destacan las libélulas, insectos considerados bioindicadores de la calidad de las aguas y del estado de madurez y conservación de los ecosistemas acuáticos, así como un grupo de familias de mariposas (ropalóceros) bioindicadoras también del estado de conservación de los ecosistemas terrestres, puesto que algunas especies de este grupo son muy sensibles a las alteraciones del medio.

Dentro de las especies piscícolas destaca la presencia de la trucha común y la trucha arco-iris que en algunos tramos fluviales ha dado lugar a cotos trucheros.

Además de la fauna piscícola, la existencia de abundantes cursos de agua ha permitido que se localicen numerosas especies de anfibios y reptiles; entre ellos destacan el tritón ibérico, el sapo partero ibérico, el sapo corredor, la víbora hocicuda y la culebra de escalera.

El grupo con mayor representación es el de las aves, destacando las rapaces y especies como el mirlo acuático por ser una especie indicadora de la calidad de los cursos fluviales. Además aparecen especies en peligro de extinción como las cigüeñas negras.

Por otro lado, y por la importancia que tiene en este espacio la actividad cinegética, las principales especies presentes objeto de caza son el ciervo o el jabalí, como representantes de la caza mayor, mientras que en la caza menor son el conejo, la perdiz y el zorzal las especies más importantes, si bien la situación en la que se encuentran sus poblaciones hace que su caza esté menos desarrollada.